viernes, 8 de enero de 2016

COSA DE LUCIOS

Hasta en tres ocasiones esos días de invierno he intentado pescar un lucio sin ningún éxito.
Salvo algún susto en forma de enganchón con la línea hundida, nada de nada.

Si hay una cosa que destaco de esta pesca invernal es la paz interior que llega  a encontrar uno entre lance y lance. En el embalse no hay casi sensación de vida, ni motivos para la distracción. Parece mentira como desaparece todo ser viviente y en las aguas no se asoma ni un pececillo.



Esto hace que la imaginación vuele con cada lance intentado soñar que será en este cuando algo rompa la monotonía. Finalmente y tras horas luchando contra tú mente y el frío, uno ya desiste y se rinde ante la dificultad. Pero a los días… otra vez sueña con ese pez que se resiste una y otra vez.


Salud y mejor pesca a todos.