Hasta en tres ocasiones esos días de invierno he intentado
pescar un lucio sin ningún éxito.
Salvo algún susto en forma de enganchón con la línea
hundida, nada de nada.
Si hay una cosa que destaco de esta pesca invernal es la paz
interior que llega a encontrar uno entre
lance y lance. En el embalse no hay casi sensación de vida, ni motivos para la
distracción. Parece mentira como desaparece todo ser viviente y en las aguas no
se asoma ni un pececillo.
Esto hace que la imaginación vuele con cada lance intentado
soñar que será en este cuando algo rompa la monotonía. Finalmente y tras horas
luchando contra tú mente y el frío, uno ya desiste y se rinde ante la
dificultad. Pero a los días… otra vez sueña con ese pez que se resiste una y
otra vez.
Salud y mejor pesca a todos.
Pronto tendrás suerte, con la pinta de esos señuelos es cuestión de tiempo,
ResponderEliminarsaludos!
Gracias Mario, haber si es verdad, un saludo enorme.
ResponderEliminarYa llegará el momento, se hacen muchos ceros, pero merece la pena intentarlo, sobre todo cuando se pincha uno de los buenos, el año pasado pude coger unos cuantos a mosca,pero tuve la suerte de coger uno de 102cm parón seco y cuando tiro para desenganchar aquello se empieza a mover, la batalla increible nunca se me olvidará esa escena.
ResponderEliminarAsí que a seguir insistiendo, que la perseverancia dará sus frutos.
Saludos!!!
Gracias Kiko. Ya vi las fotos, menudo lucio. No desespero. Un abrazo.
EliminarAnimo Jose Antonio tarde o temprano saldrán. El lucio, es para mi, el pez mas esquivo al que podrmos pescar a mosca en agua dulce. Sin duda, hay que salir con la idea de que el bolo es muy probable y de que nos dansaremos de lanzar y lanzar.... Pero cuando salen aunque sean pequeños saben a gloria, y nunca se sabe, a veces el dia nos puede vende ir con una buena mami....
ResponderEliminarUn abrazo