La vuelta a los pirineos ha empezado de una forma increíble pero engañosa.
El día ha salido nublado y bochornoso a mas no poder. Sin duda presagiaba tormenta. Nada más llegar las truchas han respondido sin rechistar a un buen tricoptero pero tras empezar me a frotar las manos y al poco rato todo ha dado un giro. Las truchas han empezado a rechazar todo lo que pusieras para luego desaparecer como por arte de magia.
Pese a eso la jornada podría haber sido de las mejores. Ese parón no ha sido del todo cierto. Pescando las corrientes he podido clavar tres buenas truchas que pasaban de los 30 cm (tamaño increíble para el tipo de río y escenario). El despropósito viene porque las tres se han desclavado al rato de iniciar la lucha, dejándome con un palmo de narices.
En fin. Entretenida jornada de contrastes y otra vez será, las gordas están aunque que muevan y sacarlas es otra historia.
Un saludo y buena pesca a todos.
Que pena esas buenas truchas, hubieran sido la guinda, otra vez seguro que hay más suerte,
ResponderEliminarun saludo.
Vaya, bueno otra vez será. Un abrazo.
EliminarEnhorabuena por la jornada!!! las grandes no quieren salir, ni allí, ni aquí jeje, bueno para otra vez será, los parones y los rechazos siempre pasan cuando se lo está pasando uno de vicio, es lo que tiene la pesca.
ResponderEliminarUn saludo amigo!!!!
Razón no te falta. Siempre queremos más y eso no pude ser, para que paren primero han de haber movido.
EliminarUn saludo enorme, Kiko.
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