viernes, 22 de noviembre de 2013

LA TRUCHA QUE SUBIA A MIS PELO…

Ha pasado tiempo desde aquel día. Creo no haberlo explicado nunca a nadie. Fue un día en el que antes que se abriera la temporada decidí ir a un coto intensivo para probar sensaciones. Era un tramo de esos con caudal constante hasta la cintura y fondo negro en el que tienes que andar muy despacio por que no sabes donde pisas. El día era fresco y no se veía ninguna actividad de nuestras amigas. Vamos que era un día tenebroso para darle ambiente al tema.

A la hora de empezar a registrar los fondos con un par de ninfas sin resultados, justo en mi zona noble subió a comer un gran pez (supongo una trucha) que incluso me salpico en la cara. Tras el susto de semejante lance retrocedí por mis pasos y dejando unos 8-10 metros cambié a seca y me dispuse a lanzar donde antes estaba yo. Pensé que volvería a subir y así tendría la ocasión de evitar el temible bolo. Tras algunos lances la trucha emergió de nuevo, pero no donde lanzaba. Otra vez y en mis genitales subió de nuevo asustándome y esta vez me produjo incluso sensación de susto-miedo difícil de explicar.

UNA TRUCHA EN SU HÁBITAT NATURAL

Repetí la operación y volvió a suceder todo igual. Decidí plegar la caña e irme para casa. No quería que aquello se repitiera más, menuda manera de ensayar para la temporada que estaba apunto de empezar. Todavía no se porque me paso aquello. Juro que me ducho cada día, por lo que la eclosión de ladillas, piojos y demás invertebrados que nos pueden habitar queda más o menos descartada. Si alguien pudiera dar alguna explicación razonable o compartir conmigo algún lance parecido le estaría agradecido.

Esto es cierto y más o menos como lo he contado.


Saludos. 

4 comentarios:

  1. Si que acojona sí... y más que se repita varias veces de la misma manera, menudo misterio...

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    1. Misterios de nuestro deporte preferido. Un saludo Mario.

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  2. Muy bueno, la unica explicacion posible es que la trucha si lo hera estaba loca o estabas en su territorio y te queria echar. Te creo porque la temporada pasada estaba metido por la cintura,yo estaba mirando donde andaba la mosca y de repente salto una truchilla un poco mas alante de mi zona noble y salto tanto que cayo en un bolsillo del chaleco,asi evite el bolo, la hice hasta una foto para recordarla,otra anécdota que no viene al cuento es porcando el coto S/M de los llanos de repente siento que el aparejo se engancha y dedpues de conseguir soltarlo veo que una culebra de agua bastante grande se había comido la mosca,por supuesto fue desanzuelada y devuelta al agua en perfecto estado, en fin a los pescadores podemos escribir un libro con nuestras anécdotas.
    un saludo

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    1. Pues lo tuyo casi es mas dificil. Yo he pensado que quizas al estar quieto un rato y mover algo los pies subian algunas ninfas del fondo y por eso comian alli mismo, pero ves a saber.
      un saludo.

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