Ha pasado tiempo desde
aquel día. Creo no haberlo explicado nunca a nadie. Fue un día en el que antes
que se abriera la temporada decidí ir a un coto intensivo para probar
sensaciones. Era un tramo de esos con caudal constante hasta la cintura y fondo
negro en el que tienes que andar muy despacio por que no sabes donde pisas. El
día era fresco y no se veía ninguna actividad de nuestras amigas. Vamos que era
un día tenebroso para darle ambiente al tema.
A la hora de empezar
a registrar los fondos con un par de ninfas sin resultados, justo en mi zona
noble subió a comer un gran pez (supongo una trucha) que incluso me salpico en
la cara. Tras el susto de semejante lance retrocedí por mis pasos y dejando
unos 8-10 metros
cambié a seca y me dispuse a lanzar donde antes estaba yo. Pensé que volvería a
subir y así tendría la ocasión de evitar el temible bolo. Tras algunos lances
la trucha emergió de nuevo, pero no donde lanzaba. Otra vez y en mis genitales
subió de nuevo asustándome y esta vez me produjo incluso sensación de
susto-miedo difícil de explicar.
UNA TRUCHA EN SU HÁBITAT NATURAL |
Repetí la operación y
volvió a suceder todo igual. Decidí plegar la caña e irme para casa. No quería
que aquello se repitiera más, menuda manera de ensayar para la temporada que
estaba apunto de empezar. Todavía no se porque me paso aquello. Juro que me
ducho cada día, por lo que la eclosión de ladillas, piojos y demás
invertebrados que nos pueden habitar queda más o menos descartada. Si alguien
pudiera dar alguna explicación razonable o compartir conmigo algún lance
parecido le estaría agradecido.
Esto es cierto y más
o menos como lo he contado.
Saludos.
Si que acojona sí... y más que se repita varias veces de la misma manera, menudo misterio...
ResponderEliminarMisterios de nuestro deporte preferido. Un saludo Mario.
EliminarMuy bueno, la unica explicacion posible es que la trucha si lo hera estaba loca o estabas en su territorio y te queria echar. Te creo porque la temporada pasada estaba metido por la cintura,yo estaba mirando donde andaba la mosca y de repente salto una truchilla un poco mas alante de mi zona noble y salto tanto que cayo en un bolsillo del chaleco,asi evite el bolo, la hice hasta una foto para recordarla,otra anécdota que no viene al cuento es porcando el coto S/M de los llanos de repente siento que el aparejo se engancha y dedpues de conseguir soltarlo veo que una culebra de agua bastante grande se había comido la mosca,por supuesto fue desanzuelada y devuelta al agua en perfecto estado, en fin a los pescadores podemos escribir un libro con nuestras anécdotas.
ResponderEliminarun saludo
Pues lo tuyo casi es mas dificil. Yo he pensado que quizas al estar quieto un rato y mover algo los pies subian algunas ninfas del fondo y por eso comian alli mismo, pero ves a saber.
Eliminarun saludo.