Pescar a seca es mucho más gratificante y fantástico que
pescar con ninfa, por lo menos bajo mi punto de vista. También es cierto que
los no pocos días en los que las truchas no se mueven arriba y que no hay
manera de ver una mosca en el agua, pescarlas a seca es tener muchísima fe y en
ocasiones desesperante.
Hoy ha sido uno de esos días y tras cambiar a las benditas
ninfas todo ha sido coser y cantar. Han ido saliendo truchas francas, de tamaño
medio y que sorprendentemente todas tenían unas colas exageradamente grandes en
comparación a su cuerpo.
No se si es la alimentación a alguna mutación extraña pero
no había visto truchas con tanta cola y todas juntas. Si veías la cola parecía
que habías movido el tapón del río y luego salían truchas de 26 cm. En fin,
sorpresas de la pesca.
Un saludo y buena pesca a todos.
Impresionantes, menudos remos gastan las amigas no me extraña que parecieran mayores en la lucha. Por enésima vez la ninfa salva una jornada, que puñeteras están arriba... Saludos!
ResponderEliminarLa verdad es que si. Un saludo Mario y gracias por comentar.
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