lunes, 10 de junio de 2013

TRES SEMANAS DE PESCA

Gracias a muchas cosas entre las cuales puedo numerar a mi santa pareja y ha tener casa en un pueblecito perdido con unos ríos fantásticos y casi vírgenes, aún dispongo de la posibilidad de pasar unas vacaciones tranquilas dedicadas a la pesca por la mañana y a mis labores familiares el resto del día.




Los ríos bajaban altos, bastante altos pero limpios. Buscando las cabeceras pude pescar los primeros dias y luego ir descendiendo en su cuenca una vez iban mejorando. Las primeras semanas hizo un tiempo poco primaveral, mucho frio y lluvia por las tardes. Luego se fué arreglando la cosa hasta estropearse definitivamente los ultimos días.




Las truchas estaban, donde simpre aunque supongo que por el clima extraño estaban difíciles, poco a poco iban saliendo hasta hacer una media de 7-8 truchas diarias en unas 3 horas de pesca. El tamaño estubo acceptable, bastantes de entre 24-27 cm.


Los últimos días los dediqué a la pesca del barbo con suerte desigual. Conseguí clavar dos torpedos pero con las fuertes corrientes y con tanto caudal no fuí capaz de sacar ninguno de los dos, uno me partió y el otro se desenganchó.
Ademas pude disfrutar de algunas salidas de pesca con mi amigo Jesús (ese ribereño que si cambias una piedra de sitio se da cuenta) y de la posibilidad de ver a escasos metros de mi una nutria bañandose, una corza chapuzandose en el río y ciervos, jabalies, perdices y una liebre.


Saludos y buena pesca.

2 comentarios:

  1. Me encanta que vengas a nuestros paraisos perdidos y que muevas las piedras. Disfruto cada rato que compartimos en ellos, pescando o dando palos al agua.

    En septiembre te espero para mover piedras y revolcar peces.

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    1. Siempre es un placer tu compañia y esos ratos compartidos en nuestro río.

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