sábado, 28 de marzo de 2015

TIERRA DE DUENDES

Son estas primeras semanas de temporada cuando suelo acercarme a alguno de los perdidos arroyos que surcan el prepirineo en busca de alguna truchita. Si uno quiere pescar estos sitios al menos alguna vez en la temporada a de aprovechar estos primeros días ya que luego el agua empieza a menguar y es prácticamente imposible pescarlos con alguna garantía. Es un privilegio el poder estar inmerso es esos bosques cerrados oyendo constantemente el torrente del agua y en total soledad. Merece la pena la caminata mañanera hasta llegar al agua, sobretodo hoy que ha sido el primer día de pura primavera.

Luego el río ofrece múltiples posturas ahora que lleva agua y uno siempre tiene que mirar más para arriba que para el mismo agua antes de lanzar las ninfas si no quiere estar cada 5 minutos haciendo bajos.



Las truchas son pequeñas, eléctricas, puras y vivas. En contra no es que haya en cantidades grandes pero si se pesca con calma van saliendo. Supongo que los meses crudos de verano con escaso caudal hace mella en las poblaciones.



Total, bonita jornada con varias truchas pescadas a ninfa, espero visitar algún arroyo más de estos las próximas semanas. Ya os contaré.



Un saludazo y disfrutar de la pesca igual que de los paisajes.

4 comentarios:

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  2. Preciosos ríos los que tenéis por allí, muy bonitas y sanas truchas y un entorno envidiable, que más se puede pedir!

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  3. Gracias Mario, la verdad es que disponemos de lugares muy chulos. Hay que cuidarlos y por lo menos mantener lo que queda. Un saludo.

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  4. Muy guapas las truchas, tiene que bajar el agua envenenada de frío, aun están las aguas de montaña muy frías, ya llegarán días mas cálidos y las pintonas se precien a comer con gula.
    Un saludo!!

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